Los investigadores descubren una función anticancerígena única para una proteína previamente bien caracterizada
El desarrollo y la progresión del cáncer es un proceso complicado que se produce cuando las células del cuerpo crecen sin control. Se han descubierto muchos mecanismos y vías diferentes que afectan directamente a la proliferación celular. Investigadores de la Universidad Médica y Dental de Tokio (TMDU) han hecho un descubrimiento adicional; una función anticancerígena única para una enzima que antes se creía que solo influía en la estructura de la molécula de ARN.
En un informe publicado en The EMBO Journal, un grupo de investigadores de TMDU detalla la identificación de la proteína TruB1 como un regulador del microRNA (miRNA) let-7, lo que tiene importantes implicaciones para la lucha contra diversos cánceres. Los miARN son pequeñas moléculas de ARN que sirven como una especie de frenos moleculares. Funcionan bloqueando ciertos mensajes de expresión genética para que no se conviertan en proteínas.
Let-7 fue uno de los primeros de más de 1.500 miARN en ser descubierto y está presente en las células de muchas especies, incluidos los humanos. Trabajos anteriores han demostrado que muchas células tumorales tienen menos moléculas let-7 que las células normales y, por lo tanto, este miARN puede ser importante en el desarrollo del cáncer. Debido a esto, los investigadores de TMDU tenían curiosidad por saber si había alguna proteína celular que pudiera ayudar a aumentar la cantidad de let-7 presente en las células.
Let-7 es un miARN muy importante en las células humanas que puede afectar muchos procesos desde el desarrollo hasta la supresión de tumores. Sin embargo, todavía no está claro cómo se controlan los niveles de entrada de 7 células, por lo que queríamos investigar esto más a fondo ". Ryota Kurimoto, autor principal del estudio Para hacer esto, los investigadores realizaron un cribado celular de proteínas que pueden unirse a moléculas de ARN.
Lo hicieron con un sistema llamado ensayo de luciferasa, que les ayudó a identificar proteínas que podrían ayudar a aumentar los niveles de let-7. "Nuestro principal hallazgo fue bastante inesperado", describe Hiroshi Asahara, autor principal. "La proteína TruB1 promovió significativamente la maduración de let-7 en nuestros experimentos.
" Los resultados fueron principalmente sorprendentes porque TruB1 anteriormente solo se había caracterizado como una proteína que participa en un proceso llamado modificación del ARN. "Cuando se unió a let-7, TruB1 no realizó la modificación por la que siempre se había conocido", dice Kurimoto. "De hecho, TruB1 ayudó a otras proteínas a unirse a let-7, lo que mejoró los niveles de expresión de este miARN". Además, mediante la regulación de let-7, TruB1 podría suprimir el crecimiento y la división de células. Esto es bastante significativo porque implica que TruB1 tiene un papel anticancerígeno en las células. Este estudio proporciona información crucial que será fundamental para el desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer.
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